LA COSTA DE CASTRILLÓN, 15-9-07

 

Muchas veces viajamos miles de kilómetros buscando paisajes de ensueño, y no nos damos cuanta de que a lo mejor ese paraíso soñado lo tenemos muy cerquita, tan cerca que puede ser que sea nuestro "territorio". En este caso me refiero a la costa del concejo de Castrillón, en la parte central de la costa asturiana, en la que se localiza Bayas, mi pequeño paraíso. Castrillón es conocido como el concejo de las siete playas, así que, sumando las de Bayas, a ver si nos sale la cuenta, y el concejo hace honor a su nombre. Pero antes de nada, hay que poner la máquina a punto, una pequeña brocha y queroseno son suficientes para dejar cadena y catalina como nuevas.

El recorrido costero lo vamos a hacer de oeste a este, partiendo de Bayas. Contigua a la última playa de la parroquia de Bayas, encontramos la de Bahínas, de aspecto bastante salvaje, con abundancia de cantos rodados y escasez de arena.

Bahínas dispone de equipamientos suficientes, teniendo en cuanta de que es una playa poco masificada, un encanto más que añadir a los naturales del lugar. Además hay un pequeño cámping y por aquí pasa la senda costera que va desde Bayas hasta Arnao. 

Justo al lado de Bahínas está Santa María del Mar, importante centro veraniego de la comarca. Mirando las dos fotos, hechas desde el mismo sitio, y con un poco de imaginación, nos podemos hacer una pequeña composición de lugar. Mirando hacia la izquierda, la peña La Ladrona, a la que en marea baja se puede acceder por las rocas. A la derecha, las dos playas de la localidad, en primer plano, Santa María del Mar, y al fondo, El Puerto.

Playa y localidad de El Puerto. Es una zona con abundancia de segundas residencias, aunque me parece que últimamente el ambiente juvenil ha decaído algo. Aún siguen abiertos garitos míticos como el Fabián y el Cabo de Hornos, pero otros como La Mar de Bien, y el Bar de la Playa son historia. Años han pasado desde que bajábamos los de Bayas en las motos buscando diversión.

Desde el alto de El Puerto tenemos esta vista de Santa Mª del Mar. Detrás están Bahínas y Bayas. La mañana no acababa de levantar, y es una pena, porque con sol, los paisajes marinos asturianos ganan mucho. el contraste azul-verde resulta demoledor para los sentidos.

 

Seguimos sumando, otra más "pal cestu", la playa de Arnao, hoy con bastante arena, porque la última vez que vine por aquí afloraban unas rocas que aconsejaban bañarse con casco. Es una playa con bastante tradición surfera, y uno de sus acantilados cuanta con un importante yacimiento prehistórico. A finales del s. XIX se instaló en la localidad la Real Compañía Asturiana de Minas, de capital mayoritariamente belga, que se dedicaba a la extracción y elaboración de productos de zinc. Ello supuso un gran cambio en la estructura socioeconómica de la zona, y también un gran cambio en el paisaje.

 Al fondo de la playa se encuentra el viejo castillete de la mina, con su techumbre de zinc, el mineral que se extraía en dicha mina. Por cierto, unas llevan la fama y otras cardan la lana. En Asturias es muy popular una canción que dice algo así como: "La mina de La Camocha dicen que va bajo el mar......". Pues de eso nanay de la China, la que iba bajo el mar era la mina de Arnao, que finalizó su explotación al inundarse de agua sus galerías.

La instalación de la Asturiana supuso que además de la factoría se construyesen viviendas para los obreros, escuela, economato, y residencia para ingenieros y sus familias, que solían venir del extranjero. Todo ello muy en la línea del paternalismo industrial que se verá unas décadas más tarde en la comarca avilesina con  Ensidesa. Este edificio, llamado "La Casona" es el más grande de los construidos por la Compañía y, afortunadamente, parece que va a ser rehabilitado, salvándose de la ruina por abandono.

La factoría sigue funcionando en la actualidad, siendo uno de los mayores creadores de empleo y riqueza de la comarca. La carretera que une Arnao con Salinas discurre pegada a sus muros. Antes del túnel, a mano izquierda, está la playa del Dólar, muy degradada ambientalmente. Por ese túnel, estrechito y de solo un carril pasamos a Salinas. Por cierto, foto-denuncia, ese coche con la tabla de surf está cruzando en rojo. La ampliación de la foto para ver la matrícula se la dejaremos para los de CSI.

Como se dice por estos lares: "En la rula no preguntan, apuntan", así que hacemos caso y apuntamos otra playa más, la del Cuerno, justo nada más salir del túnel de Arnao, también bastante salvaje y con abundancia de "rolling stones". Por cierto, ¿cómo van las cuentas de las playas?, ¿salen o no salen?.

Antes de llegar a Salinas está la península de la Peñona, que después de años de abandono, ha sufrido un lavado de cara con la instalación en ella del Museo de Anclas "Philippe Cousteau".

El busto del malogrado hijo del famoso biólogo marino francés que da nombre al museo se encuentra en una de las rocas de La Peñona, de caprichosas formas,

He aquí el porqué del nombre del museo instalado en La Peñona: podemos encontrar en él varias anclas donadas por localidades de diferentes partes del mundo. Ésta en concreto, pertenecía al famoso galeón español Nuestra Señora de Atocha, que naufragó frente a las costas de Florida cuando regresaba a España cargado de lingotes de oro. Doble lectura podemos hacer de este curioso intercambio: Los yankees son muy listos y nos cambian el oro por este "cachu fierru" y nuestra gratitud eterna por cederla para el museo; o, quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón, puesto que el oro venía de Cuba, territorio "colonizado" o expoliado por nuestros ancestros al igual que gran parte de América. Dejo a gusto del lector la elección de la opción que más se ajuste a la realidad de los hechos. Yo sigo de playa en playa y tiro porque me toca.

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Salinas y su playa, extensísimo arenal que realmente son dos playas, en primer lugar la de Salinas y, al fondo, la del Espartal, que cuenta con un conjunto dunar único en Asturias, y que ha sido declarado Monumento Natural para tratar de preservarlo. Menos mal, porque pese a ello la moderna factoría de Asturiana de Zinc sigue instalando en la zona sus balsas de jarosita. Luego nos vendrán con el camelo del progreso, la creación de empleo, la implementación, las sinergias, y todas esas "babayaes" que nos sueltan los políticos de turno para tratar de hacernos comulgar con sus ruedas de molino. Y no sigo, que me caliento.

Paso a paso, playa a playa, llegamos al "finis terrae" de la costa castrillonense, la bocana de la ría de Avilés, en San Juan de Nieva, localidad que tiene la curiosidad de estar situada en tres concejos diferentes, Castrillón, Gozón y Avilés. Esta es una zona muy frecuentada de día por pescadores y de noche por parejas buscando intimidad. y no me preguntéis cómo lo sé.

Como despedida esta curiosidad de la naturaleza, que no pertenece al concejo de Castrillón, sino que la hemos "robado" a la orilla opuesta par engordar un poco este reportaje. Por cierto, ¿esas cuentas?.......¿será verdad eso de las siete playas o sólo estrategia turística?.

 

He obviado de este reportaje el tramo costero de Castrillón que pertenece a la parroquia de Bayas, que es la más occidental del mismo, puesto que ya hay un amplio reportaje fotográfico de ella en otro capítulo de esta web. Para verlo, pinchar AQUÍ.

 

Pinchando en la foto superior se accede a la web del Ayuntamiento de Castrillón, desde la que se puede hacer una visita aérea por toda la costa del concejo. Así me ahorro tener que dibujar la ruta de rigor en el plano, que con este ratón que tengo me cuesta un huevo y la yema del otro.

 

 

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