OCCIDENTE ASTURIANO, 26-7-05

 

Por fin llegó el esperado día de compartir ruta con Idoia y Luis. La climatología, que tantas veces nos ha arruinado planes, parecía dispuesta una vez más a aguar la fiesta, chispeaba ligeramente en Bayas a la hora de salir, así que metí en la maleta el traje de agua, y ropa para cambiarme, en previsión de diluvio. Aquí aparezco, esperando que se pusiera en verde el semáforo.

Habíamos quedado a las once y media en Navia, y como iba bien de tiempo, me desvié un poco para visitar la playa de Barayo, reserva natural, y que ejerce de límite entre los concejos de Valdés y Navia.

Caramba, ¿Vigo?. Mucho he corrido, me he pasado de largo sin darme cuenta. Claro, disfrutando de la carretera y del paisaje pasan los kilómetros volando.

Paradita en Puerto de Vega. Se nota que estamos en la parte de Asturias en la que se deja sentir la proximidad de Galicia: fachadas blancas y tejados de pizarra. Curiosa pared almenada en el puerto, perteneciente a algún antiguo sistema defensivo. Mucho pirata suelto por nuestras costas.

Siguiendo el ejemplo de Llanes con los "Cubos de la Memoria" de Ibarrola, aquí también se decoran los bloques de hormigón del dique, pero de una forma un poco más sencilla, y ciertamente grosera. En fin, cada artista tiene su estilo.

Otra playa de gran belleza paisajística, Frexulfe, y también monumento natural. Apetecía darse un baño, porque menudo calorcito hacía, me sudaban hasta los retrovisores.

Punto de encuentro, Navia. Después de los saludos y un rato de charla, a la carretera, que nos queda mucho por ver.

En Navia, cogemos la AS-15, que remonta el cauce del río del mismo nombre.

El Castro de Coaña, visto desde la carretera, no hay tiempo para detenerse a visitarlo. Otra vez será.

Buen firme, curvas en abundancia y bonitos paisajes, como este de Boal.  No se puede pedir más.

Como no todo iba a ser bueno nos encontramos con un incendio, y dos helicópteros y los bomberos trabajando a destajo para sofocarlo. El fuego empezaba en una cuneta, seguramente por una colilla arrojada desde un coche. No hay derecho a que haya gente que arriesgue su vida por la inconsciencia o la maldad de otros......

Presa de Doiras. El curso del río tiene tres embalses, de esos que inauguraba el ferrolano patacorta (Jandorro dixit), con gran pompa. Eran los años del sueño, o más bien, necesidad, de la autarquía.

El río Navia, encajado en la montaña, y al fondo, en la ladera, Illano, el típico ejemplo de destino que temen los maestros asturianos.

Idioia y Luis, y al fondo, Pelorde, un pueblo característico de la zona, con las casas construidas con pizarra.

Pesoz, capital del concejo del mismo nombre, con las casas apiñadas y colgadas en la ladera.

En el occidente asturiano hay zonas que tienen un microclima especial que permite el cultivo de la vid. Suelen ser vinos ásperos, aunque últimamente, sobre todo en Cangas de Narcea, se está haciendo un esfuerzo por mejorar su calidad. Luis no se pierde una foto.......

Otro pantano, el de Salime. Espectacular vista desde un mirador al borde de la carretera.

Impresionantes cadenas para levantar las compuertas de la presa. Cuando toque cambiar la de mi V, vendré por aquí a pedir prestada una de estas.

Idoia y Luis desafiando el vértigo. Es la presa más alta de Asturias, creo que anda casi por los cien metros de altura.

Por un túnel excavado en la roca se accede a un mirador. Ahí va Luis, cámara en ristre.

Y esto es lo que se ve desde el mirador. Una gran obra, sin duda, en la que trabajaron centenares de personas, que se alojaban en viviendas que aún podemos ver.

De Grandas de Salime retrocedemos hasta Pesoz, donde paramos lo justo para sacar un par de fotos. Esta de un bar en el que paramos el año pasado en otra ruta. Buen chorizo, pardiez.

Y éste, el palacio de los Ron, los ricachos del pueblo, supongo. Bonita choza, toda ella en pizarra. Yo quiero una igual, buaaaaaa. De Pesoz salimos disparados por la AS-13 hacia San Martín de Oscos. Una carretera para disfrutar a tope.

Los tres, sentados a la mesa. Una pregunta inocente, ¿no hay ningún camarero de este país que sepa hacer bien una foto?. Le disculpamos porque la comida fue fantástica, garbanzos con callos y cordero guisado. De postre tarta de queso. Sin palabras. Lástima de no poder acompañarlo todo con vino, pero los del "soplete" no perdonan.

Este es el establecimiento en cuestión, "La Marquesita" (realmente comimos como tales), en San Martín de Oscos. Muy recomendable.......para el que no esté a dieta. ¡Viva el colesterol!.

La comarca de Los Oscos es una especie de meseta, a unos 900 metros de altitud. Es una de las zonas más despobladas de Asturias, y vive fundamentalmente de la agricultura y ganadería, aunque ahora el turismo empieza a tener importancia. Vista desde el alto de La Garganta, al fondo se intuye la costa y Ribadeo.

En La Garganta nos sorprendió la gran cantidad de gente reunida en un paraje deshabitado. Por lo visto había un mercado de ganado, muy importante en la zona. Al lado de la carretera "pacían" tranquilamente una vaca y su "xato".

Taramundi. Germen del turismo rural en Asturias. Idoia y Luis frente al Ayuntamiento, construido con el estilo y materiales tradicionales en la zona.

Un "carbayu" centenario preside esta plaza. Según decía Luis, una especie de Árbol de Gernika, en versión Taramundi.

Taramundi es también conocido por sus cuchillos (tierra de meigas y cheiras, dice una buena amiga). Los hacen de todas las formas y tamaños como podéis comprobar. Delante del escaparate, "el Algarrobo" buscando herramienta para sus fechorías.

Saliendo de Taramundi, cogemos la llamada "Ruta del Agua", que nos lleva a Teixois.

Teixois es un conjunto etnográfico, en el que destaca este "mazo", accionado por una noria.

No hay mejor sitio que un riachuelo para conseguir que la sidra esté a la temperatura idónea para escanciar, y consumir.

En Mazonovo nos encontramos con otro conjunto de riachuelo, noria, y una especie de museo del agua. Aquí faltaba la sidra, que también merece un museo (lo tiene en Nava) y un monumento.

De Taramundi pretendíamos llegar a Vegadeo por la AS-21, pero había un tramo en obras y nos desviaron por una "caleya" que metía miedo, estrecha, con grandes pendientes, y gravilla suelta. Pero las V se comportaron de maravilla y llegamos a Vegadeo sin novedad.

Tampoco pasó grandes apuros este lugareño con su Derbi-50. Bueno, realmente iba tan confiado, que cuando le dimos alcance tuvimos que esperar a que se apartara, porque iba tan tranquilo por la izquierda. Luego no me pude resistir a capturar su imagen. Al lado de la V parece un liliputiense.

Al llegar a la ría del Eo (o de Ribadeo, como parece que hay que decir ahora), vimos dos hidroaviones cargando agua para dirigirse a un incendio que había en Santa Eulalia de Oscos. Maldito fuego, !basta ya¡.

No son los aviones de Bin-Laden contra las Torres Gemelas, sino el hidroavión que parece que se va a empotrar en la torre de la iglesia de Castropol.

La ría del Eo, ya desde tierra asturiana. A la izquierda, Castropol, y a la derecha, Ribadeo.

Ribadeo y el puente de los Santos, que une dos comunidades primas-hermanas, aunque, por si acaso, prefiero que los primos sean los galegos.

   

Idoia y Luis quedaron en Ribadeo, buscando un ciber para poner las fotos en el foro, así que nos despedimos hasta la próxima. Ellos pernoctaban en Figueras para coger al día siguiente ruta hacia Coruña. A mí todavía me quedaban más de cien kilómetros de vuelta a Bayas, que se hicieron penosos por las caravanas a la entrada de Navia y luego desde Soto de Luiña. Llegué cansado por la larga ruta (365 kms.), pero contento por el día tan estupendo que habíamos disfrutado. Ha sido un auténtico placer. Hasta otra.

 

 

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