COMIDA NAVIDEÑA KOMANDO NORTE, 2-12-07

 

Como hay quien no quiere buenos comienzos en las cosas, empezaremos por lo menos positivo de la jornada, para quitárnoslo del medio y terminar con buen sabor de boca, que creo que fue la sensación común y unánime de los asistentes a esta comida navideña del Komando Norte V-Strom. En primer lugar, lamentar la ausencia forzosa de última hora de Idoia y Luis por enfermedad de ella (que te mejores rápidamente). Y en segundo lugar esta foto es el balance de daños de la caída al suelo de mi V en la gasolinera de Cornellana mientras comprobaba presiones. Se debió mover la pata de cabra (de cabronaza, más bien), con el consiguiente cataplún que, por fortuna se limitó a la rotura de parte de un intermitente y de la bola de la maneta de embrague (ahora queda con una estética minimalista muy innovadora).

Ahora vamos con lo positivo, que fue todo lo demás. Poco a poco nos vamos juntando en el Casino de Cornellana, ojo, no a gastarmos los euros, no os penséis mal, es el nombre de un establecimiento muy tradicional entre dos colectivos que poco tienen que ver entre sí. A saber: por un lado los pescadores del Narcea que, en plena temporada de la pesca del salmón hacen de este lugar uno de sus santuarios; por otro lado los moteros que, de la que suben o de la que vuelven de "hacer unas plegadas" en La Espina paran aquí a tomar algo y comentar las incidencias.

Los que más kilómetros se hicieron para venir a esta comida fueron Míkel y Joselu, nada menos que desde Bilbao y, curiosamente, fueron los primeros en llegar. Claro que seguramente fue porque contaron con la inestimable ayuda del célebre "Mapamundi de Bilbao", que engloba al Botxo y  parte del Universo. Bromas aparte, vemos como se guiaron por este  original Gps (guía en papel satinado), que, viendo lo rápido que llegaron, no se nos va a ocurrir dudar de su eficacia.

Una vez reunidos todos y hechas las presentaciones de los que no nos conocíamos, volvemos a la ruta, siguiendo la AS-15, o "Corredor del Narcea", hasta el Puente del Infierno, donde giramos a la derecha en dirección a Pola de Allande, donde se encuentra La Nueva Allandesa, lugar en el que vamos a pasar este domingo de ayuno y recogimiento. Aquí se unieron al grupo Rosa y Toni66, que venían de Coruña y Ratbike de Grandas.

El mundo es un pañuelo, allí trabaja un viejo conocido, Isma, que me comenta que va a echar una mano los fines de semana a su familia política, que regentan este templo del buen comer. Más pañuelo todavía cuando resulta que su mujer es maestra y hermana de "Pola", compañero mío de aquella obligación que teníamos los jóvenes el siglo pasado y que se llamaba algo así como Servicio Militar, la "mili", vamos.

La mesa ya nos la tenían preparada así que, sin más dilación, nos dispusimos a dar buena cuenta del famoso Menú Degustación de la Nueva Allandesa. Repaso de los asistentes: por la izquierda y hacia el fondo, Belén, Elena, Orbayu, Jesusca, Belén, Peke, Yoly, Azturiaz, Alvaree2 y Ceci. Por la derecha: Picopatobayas, Ratbike, Joselu, Miksar, Covi, Zeppe, Toni66 y Rosa.

Para no herir sensibilidades, de la comida solamente pongo este gif en el que se ve una secuencia rápida del ingente desfile de platos con el que fuimos castigados. Para muchos sería un castigo poner una foto de cada plato y que se pudieran admirar y casi paladear, así que resumo. ¿Que queréis que os los ponga todos?. Pues nada, a mandar, eh, pero no se admiten reclamaciones luego, estáis avisados.

Empezamos por algo ligerito, no sea que con el primer plato ya nos quedemos fuera de combate: Pote de berzas o Pote Asturiano, con sus fabitas, sus patatitas, su "compango" casero. Madre mía, la raza humana es muy ingrata con una especie animal a la que deberíamos venerar: el gochu. No entiendo la vida sin este bicho, qué momentos de éxtasis gastronómico me ha proporcionado. Gochu canonización, gochu canonización......... Además, todo ello regado con un vino tinto áspero tan típico de la zona suroccidental de Asturias.

Para desengrasar no hay nada mejor que unes fabes con callos, plato que nunca había probado hasta hoy, pero que prometo buscar un hueco en mi Olimpo gastronómico particular. Vaya fabes, pura manteca, hasta sin dientes se podrían comer.....y sin encías también si me apuráis un poco. Se deshacían en la boca, un portento. Un homenaje desde aquí al campo asturiano, que produce maravillas como éstas.

No se vayan todavía, aún hay más, decía Súper Ratón, o eso creo recordar, que las imágenes de la infancia son cada vez más borrosas en este recién llegado a la cuarentena. Ahora le toca el turno a un pudding de verduras pura suavidad y ligereza. Sabrosísimo, un manjar.

No es una albóndiga "de sobaquillo" tan famosas en los internados y comedores escolares de la España de los años 70 del siglo XX, sino repollo relleno, otra delicia, que viene muy bien para ir rellenando los huecos que quedaron entre les fabes y el pote. No conviene que queden huecos en el estómago, que luego se producen flatulencias, y no es plan gasear al personal.

Después de estos entremeses tan frugales que nos hemos tomado, va siendo hora de meternos ya en harina. Es la hora de las carnes. Para empezar un churrasco de ternera con patatas. Vaya carne, tiernísima y sabrosísima. Ahora tengo que hacer un esfuerzo de contención para no meter la cabeza en la pantalla y salir corriendo con un trozo en la boca cual perro callejero. Sin embargo, allí el esfuerzo había que realizarlo por comerlo. La táctica tradicional de "soltar amarras" o cinturones hacía un rato ya que se había revelado como inútil ante semejante aluvión de platos. 

Como en la Nueva Allandesa debían vernos cara de famélicos, la solución para atajar el problema la tenían bien a mano: otro plato, en este caso un cachopo de ternera, causante de que desde aquél día no haya podido volver a conciliar el sueño. No me lo puedo quitar de la cabeza, el cachopo me persigue, día y noche.......,o ¿soy yo el que persigue al cachopo?.

En toda buena comida, el remate con un postre "de campanillas" es una obligación para todo buen gourmet que se precie. Esto lo podríamos calificar como el postre total, pero si es que no le falta de ná: nueces con miel y nata, requesón, tarta de queso, flan y tarta de chocolate. Me alegro de no tener problemas de sobrepeso, es más, creo que hace tiempo que no pesaba tan poco como ahora. La solución para recuperar un poco el tono es sencilla a la par que grata: una fartura de este tipo un día sí y otro también y problema solucionado. No quiero que me pase lo que a María Sarmiento. ¿Que qué le pasó?. No lo digo que estamos hablando de comida.

El remate final, cafecito para que no entre el sueño y un orujo de hierbas marca de la casa para favorecer el acoplamiento de todos esos platos en el estómago sin que surjan conflictos entre ellos. Alguno se arrancó con una copita de Soberano (como muy bien decía su slogan publicitario, es cosa de hombres), entre las risas de los asistentes. Como colofón, decir que si la comida ha sido impresionante, no cabe duda de que el mejor menú que se puede saborear en estas ocasiones es el pasar un rato fantástico con gente tan maja, y en esta ocasión la compañía ha superado con creces a la comida, no me cabe ninguna duda.

En otra época del año se podría dar una vuelta para ver algo de la zona, pero siendo las cinco de la tarde, y con unas nubes negras amenazando con descargar sin compasión, lo más sensato es volver a casa, habida cuenta de que a muchos les queda una buena tirada todavía. Tal vez por esa razón cuando volví de echar gasofa la gente había desaparecido poniendo pies en polvorosa. Me hubiera gustado volver en grupo, pero por lo que se ve nos organizamos un poco mal y no pudo ser. Pues nada, espero que todo el mundo haya llegado sin novedad a su casa, y que hayan disfrutado del día tanto como yo. Habrá que ir pensando en organizar otra, ¿no?. Hasta otra amiguitos, y no se olviden de supervitaminarse y mineralizarse. Pues sí que me ha dado fuerte con Súper Ratón, sí.

 

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