En Luarca habíamos quedado con Álex, que venía desde A Pontenova (Lugo). Un cafetín reconfortante en un bar del puerto, y además con la compañía de un tímido sol que asomaba para ayudarnos a entrar en calor, y eso que el atracón de curvas por la vieja N-632 y el ritmo impuesto por Jandro ya nos habían hecho recuperar el calor corporal.

Un poco de charla y Jandro y Javi vuelven a Avilés, y nos quedamos solo Álex y yo. De Luarca nos dirigimos a Pola de Allande por la AS-219, una auténtica gozada, sobre todo en el primer tramo, la subida hasta el alto de Aristébano, lugar desde el que tenemos estas vistas de los montes nevados a lo lejos. El reciente temporal cubrió por fin de nieve las montañas asturianas, que ya debían pensar que este año sí que "el invierno se lo había comido el llobu".

Esta es la capilla de Aristébano, una de las más conocidas brañas de la Comarca Vaqueira, y en la que todos los años se celebra una boda siguiendo el rito tradicional vaqueiro.

Álex aprovechaba también para hacer fotos de los paisajes que se disfrutan desde Aristébano. Hacía tiempo que habíamos planeado alguna ruta juntos, pero cada vez que lo intentábamos venía un frente frío a chafar el plan. Esta vez el temporal vino antes y nos permitió ver la cara blanca de las montañas asturianas. De Aristébano continuamos hacia Naraval, que cuenta con un interesante Museo Vaqueiro, y Navelgas, en lo que podría ser la continuación de la ruta que denominé "Territorio Vaqueiro", realizada el 30 de septiembre del año pasado.

Navelgas, localidad que se encuentra situada en el cuarto noroccidental del Concejo de Tineo o Cuarto de los Valles, y que también se conoce como "Valle del Oro", por la abundancia de explotaciones auríferas ya desde época romana. Actualmente se celebra en el mes de julio un campeonato de bateo, con categoría europea, y que será mundial en el 2008. Por el empeño en la conservación de las tradiciones y el patrimonio, Navelgas fue distinguida como "Pueblo Ejemplar de Asturias" en el año 2003.

Deberán tener cuidado los participantes en el concurso de bateo, puesto que, si esto es el wáter de la casa, como todo parece indicar, puede ser que en vez de pepitas de oro encuentren alguna sorpresa desagradable.

Navelgas y el río de su mismo nombre, hacia el norte. Las fachadas de las casas en blanco y los tejados de pizarra son característicos de la zona occidental asturiana, o la zona oriental de Galicia, como mantienen nuestros vecinos, últimamente imbuidos de un belicoso espíritu colonialista sobre esta zona de Asturias. Si Don Pelayo levantara la cabeza.........

Continuamos ruta y la carretera va perdiendo poco a poco calidad de firme, especialmente desde Bárcena del Monasterio, por cierto, localidad que cuenta con un interesante monasterio del siglo XIII. En las proximidades de Borres ya hemos ganado la suficiente altura para divisar de nuevo las montañas nevadas, pero esta vez bastante más cerca de nosotros que en Aristébano. Esa altura hace que también se note algo más de frío.

De hecho, en las cunetas todavía quedan huellas del fuerte temporal que azotó la región la semana pasada. El cielo plomizo hace pensar que es posible que llueva hoy. Esperemos que aguante.

Alto de Lavadoira, a 810 metros de altitud. Aquí si que ya hay más nieve por todos lados, aunque la carretera está perfectamente limpia, a la par que lamentablemente mal conservada. Desde aquí a Pola de Allande solo nos quedan 8 kms. de descenso. Ya se acerca la hora de comer ese fantástico menú.

Como se puede comprobar por la señal, estamos en el Camino de Santiago, concretamente en el tramo Borres-Peñaseita. Pertenece al llamado "Camino Primitivo" a Santiago, que fue el que hizo el rey asturiano Alfonso II El Casto, primer peregrino a la tumba del Apóstol. Para que nos vengan ahora nuestros vecinos galegos con ínfulas expansionistas, ¿no?. Deberían estarnos eternamente agradecidos por haber "inventado" el Camino de Santiago del que tantos beneficios han sacado a lo largo de los siglos. Cría cuervos, dicen. Que conste que no tengo nada contra Galicia ni los gallegos, solo es por picar un poco a mi compañero de ruta.

Y por lo que se ve en esta foto, no me conformo con picarle, sino que la emprendo con él a bolazos de nieve. Para que luego hablen de lo hospitalarios que somos los asturianos.

Ya en Pola de Allande, sin demasiados problemas, encontramos el lugar de la comida. Hay bastantes motos aparcadas fuera, sobre todo Suzuki GS 500. Del menú degustación no os voy a contar nada, soy así de cabroncete, jeje. Solo comentar que me encantó, y me pareció muy bien de precio, demasiado bien para los tiempos que corren. Ah, y destacar que el servicio fue exquisito, pura amabilidad. Como me parece sentir rechinar dientes por ahí por la ausencia malévola de fotos de tan esmerados platos, aclaro que como en una foto me parece que no podemos incluir el olor ni el sabor ni otras sensaciones gratificantes que percibimos al paladearlos, podría ser que esos platos desmerecieran de la realidad, lo que no les haría la justicia que merecen. Como pista os pongo el enlace a la web del establecimiento. Espero que esto sirva para acallar los improperios que oigo.

http://www.lanuevaallandesa.com/principal.htm

Después de la comilona toca volver a subirse a la moto. Por cierto, de la que íbamos a arrancar me encontré con Elvira, que trabajaba en el Consultorio de Salud de Tudela Veguín cuando yo trabajé en su Biblioteca. Parece que se ha apuntado como artillera en esto de las dos ruedas. Bienvenida, y a ver si coincidimos en alguna salida-fartura de las de Moteros Astures. De Pola de Allande salimos por la AS-14 hacia el Puente del Infierno, y luego cogemos la AS-15 hasta La Florida, donde giramos a la izquierda por la AS-214 hacia Tineo por El Rodical. Se asciende mucho en 5 kms., por una carretera ancha y bien asfaltada, en la que nos aplicamos bien dándole al mango. Al llegar arriba, Álex comentaba jocoso: "Parece que nosotros también somos algo quemadillos...". De vez en cuando no está mal sacar partido al motor de la V. En Tineo se vislumbra nieve por todas partes, si bien es cierto que estamos en una meseta de altitud apreciable. También es apreciable el "hongo atómico" de Soto de la Barca.

La nieve no impide a estos caballos pacer tranquilamente en un prado. Siguiendo las últimas tendencias en la cocina internacional tal vez se estén tomando un suspiro de gramínea acompañado de agua cristalizada a punto de deshielo. Todo es posible en este mundo tan sofisticado en el que vivimos.

La Espina, paraíso de los "quemados" asturianos. Estamos a 660 metros de altitud, y sigue habiendo nieve, y un fresquito considerable. Ahora son las vacas las que le dan al suspiro de gramínea, teniendo como fondo los molinos del parque eólico.

Toca despedirse, Álex emprende el descenso hacia Luarca, para luego seguir a su casa, y yo me tiro por la otra vertiente, hacia Salas. En cuanto los días crezcan algo más, organizaremos alguna ruta por su tierra.

Este es un mapa de la ruta que me ha mandado Álex. En total, de Oviedo a Luarca, más la ruta marcada en azul, de Luarca a La Espina, y el regreso a Oviedo 285 kms., no está mal para desentumecer músculos.