MAR Y MONTAÑA (DE BAYAS AL ANGLIRU), 29-6-08

 

Han pasado muchos meses sin que aparezca ninguna crónica nueva en esta página, apenas he salido un par de veces a dar pequeñas vueltecitas de pocos kilómetros. Ahora, llegado el verano e instalados en nuestro campamento estival, espero que se retome la asiduidad de rodar en moto. Ah, hablado de verano y moto, llevo una temporada cansándome de ver muchos "Pepito piscinas" sobre dos ruedas, luciendo camiseta, bermudas y alpargatas estilo Jesucristo. En verano, por mucho calor que haga, es imprescindible seguir llevando ropa que nos proteja, que el asfalto está igual de duro que el resto del año. Es preferible pasar un poco de calor, que perder la mitad de la piel del cuerpo por una caída.

 Hace hoy justamente un año nos desplazábamos a tierras galaicas, concretamente a la Mariña Lucense, invitados por Álex para realizar una ruta por su tierra. Ahora es él quien nos devuelve la visita. Tenía ganas de conocer Bayas, así que aquí le tenemos, desde el mirador del Sablón, con la playa de Requexines al fondo.

Enseguida se nos unen Santi y su Dr-Big, que acaba de cumplir 17 añitos y está como el primer día. Las cosas si se cuidan, duran mucho tiempo, y para ello Santi es un ejemplo de mimo y buen cuidado hacia su montura. La Peña la Deva es testigo de fondo de un rato de conversación, sobre motos, supongo.
Como estos días tengo mi cámara en boxes, las fotos que incluyo en este reportaje son las que hizo Santi. Eso sirve para que salga yo en alguna, que nunca me toca. Aquí estamos, suspendidos en el aire, observando la grandeza del mar desde los impresionantes acantilados de Bayas.
La playa del Sablón, la más extensa de Asturias, ya ha salido alguna vez en esta página, pero no me canso de admirarla. Al fondo, entre la bruma, San Esteban de Pravia y la desembocadura del Nalón. Un apunte meteorológico, siempre se dice aquello de "hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo". Bueno, pues estamos ya a sesenta de mayo y con el sayo a cuestas, no hay manera de dejarlo en casa, al igual que no hay forma de ver el sol dos días seguidos. Esto empieza a ser desesperante, tanta murga con el calentamiento global, el cambio climático y la desertización del planeta y aquí no para de llover. Por cierto, estoy aquí tan ricamente dándole a la tecla y tengo un montón de hierba que recoger.......y un montonísimo más que segar, si el tiempo lo permite, claro, que tiene toda la pinta de que hoy, tampoco.
Siguiendo la senda costera, damos una rápida vuelta por la zona de acantilados de Bayas. Ahora el paisaje es hacia el nordeste. De derecha a izquierda se ven las ensenadas de Bahínas, Santa María del Mar, Arnao, y la playa de Salinas y Espartal. Hacia la izquierda, la entrada de la ría de Avilés, y la playa de Xagó. Espero que a Álex le haya gustado este pequeño recorrido por nuestra costa.
Como Álex tenía muchas ganas de conocer el Angliru, nuestra obligación como anfitriones era enseñárselo, así que pusimos rumbo hacia la cumbre mítica, que este año vuelve a ser final de etapa en la Vuelta Ciclista a España. Por uno de los tramos clásicos de nuestros paseos moteros nos dirigimos hacia allí: Bayas, Alto del Praviano, Soto del Barco, Peñaullán, San Román de Candamo, Puente de Peñaflor, Trubia y parada en Las Caldas. A las afueras de la localidad se encuentra el castillo de Priorio, cada vez más escondido entre la vegetación. Estos dos no son los fantasmas del castillo, que conste.
Hace poco más de un año pasé por Las Caldas y su Balneario estaba en pleno proceso de rehabilitación. Ahora el viejo complejo termal luce espléndido. Esto que se ve es la parte más antigua, obra del afamado arquitecto Reguera a finales del siglo XVIII. Como parece que el negocio pinta bien, se están construyendo nuevas instalaciones en las inmediaciones. Y tan bien que debe pintar, 600 eurazos el tratamiento de un día, y las suites entre 380 y 600. Eso sí, el pueblo también tiene derecho a disfrutar de forma gratuita sus aguas, de acuerdo a un antiguo privilegio. Pero ojo, sus aguas, no las lujosas instalaciones, así que el asunto se solventó con la instalación en el exterior de una fuente con bañera de mármol para que los lugareños se relajen al aire libre. Manda huevos, diría nuestro ministrillo Trillo.
Va por ustedes. Parada en Caces para remojar un poco el gaznate, y para ello, nada mejor que con unos culetes de rica sidra, pero sin pasarse, que los del soplete no perdonan.
Álex también disfruta de la sidra. Gallego, pero de cerca "da fronteira", ha sido conquistado por la bebida tradicional asturiana. Los galegos nos quieren levantar territorios con la influencia de la lengua y la cultura. Nosotros somos más listos, usamos la sidra como elemento de conquista. A poco que se descuiden, llegamos a Finisterre mientras bailan la muñeira y echan unos culines. Por poco menos cayó el Imperio Romano, jeje. Hablando de romanos, un chiste malo: "¿Porqué no tienen pelos en las piernas los legionarios romanos?: porque están de Pilatos hasta los coj****".
En Argame se unen a la expedición Chema y Rafa, y enfilamos (que no enfilados) hacia La Foz de Morcín y Riosa. En La Vega cogemos la carretera hacia el Angliru, estrecha, pero con el firme recién arreglado en su parte baja, que era la que peor estaba la última vez que había pasado por allí. Una paradita en el Área Recreativa de Viapará para oxigenarnos e intentar disfrutar un poco del paisaje.
Del paisaje lo único que pudimos ver es ésto. La montaña había sido devorada por una densa niebla y además, para poner peor las cosas, estaba empezando a lloviznar. Un pequeño debate sobre la conveniencia o no de seguir la ascensión se saldó con la unanimidad que cabía esperar: adelante con los faroles, ¿quién dijo miedo?.
Después de una lenta y húmeda (prohibido pensar mal, mentes desviadas) ascensión, llegamos a la cima y la niebla se había disipado casi por completo. Es más, el sol apretaba de lo lindo. Este fenómeno suele suceder muchas veces en verano en la Cordillera Cantábrica, los vientos predominantes del norte o nordeste, barren las nubes de la costa hacia el interior, donde se ven frenadas por las barreras montañosas.
Por desgracia, el triunfo del sol sobre la niebla resultó efímero, porque poco a poco las nubes vuelven a engullir la montaña. Así que iniciamos el descenso, extremando las precauciones, porque la carretera es muy estrecha, las pendientes, desmesuradas, y la lluvia la acababa de convertir en un peligro.
Gorilas en la niebla. Bueno, ni son gorilas, ni la procesión de la Santa Compaña por el bosque de San Andrés de Teixido. Nada más que un grupo de chiflados negociando las curvas del tramo de El Aviru, si aquél en el que una vez nos cortó el paso la nieve, pero tuvimos la dicha de encontrar un trineo........bueno, eso ya es otra batallita de este abuelito cebolleta sobre dos ruedas.
Llegamos a Riosa sin novedad y después de despedirnos de Rafa y Chema, que abandonan la disciplina del grupo, toca buscar un sitio donde dar buena cuenta de los bocatas que llevábamos preparados a tal efecto. El Área Recreativa de Bueño, junto a la Térmica de Soto de Ribera fue el lugar elegido. Ambiente muy familiar, con multitud de humeantes barbacoas y tiernos infantes retozando por el prado intentando emular a los que horas más tarde se iban a proclamar campeones de Europa. Ya tenemos que memorizar alineación que sustituya a aquella mítica de 1964, que nuestro desaparecido alcalde de Bayas nos recitaba de carrerilla todos los años en la fiesta del pueblo: Iríbar, Calleja, Rivilla, Olivella, Fusté, Pereda, Zoco, Amancio, Suárez, Marcelino y Lapetra. Ahora cambiaremos el gol de Torres por el de Marcelino y a esperar otros cuarenta y tantos años.
Álex aprovechaba para ir calculando la ruta de regreso en su Tom-Tom, o pda o lo que sea, que de esos inventos modernos controlo muy poco. La vuelta la hacemos por el mismo sitio que la ida hasta Grullos, donde aprovechamos par enseñarle a Álex la subida a La Reigada, una de nuestras predilectas. Después, bajada hacia La Peral, y en La Cruz de Illas, nos despedimos de nuestro visitante, que coge la autopista de vuelta a casa. Espero que haya disfrutado de la ruta tanto como nosotros, y desde aquí le emplazo a que vuelva pronto por aquí, que tenemos pendiente Somiedo y un montón de sitios increíbles más por visitar.

Llegamos a Bayas sin novedad y a una hora prudencial para evitar disputas domésticas. Al poco, aparece Jandro de visita para pedir novedades sobre la ruta. Puede que esta sea una de las últimas veces que aparezca en esta página su gloriosa GS 80, puesto que ya le ha llegado la jubilación. El día 23 la traiciona por una jovencita y cachonda GS 800. Espero que le de tantas satisfacciones como ésta y nos siga dando las lecciones de pilotaje que acostumbra. De todas formas, supongo que echará de menos esos "perolos", sobre todo en invierno, que venían muy bien para calentar les patuques.

Tarde de domingo en plena canícula estival. Es de suponer que la comida ha sido copiosa, regada con abundante y fresca sidra. Los chupitos de agua de fuego han puesto la guinda al pastel. La opción puro ha sido desestimada ante la certeza de que sumido en los vahos del sueño es imposible fumar. A todo esto, ¿la ruta motera es real o pertenece a un dulce sueño producido por el estado de pesadez y somnolencia post fartura?.

 

Mapa de la ruta. Más o menos como nuestra particular Isla de Man, pero con un pequeño apéndice hacia el Angliru. ¿Qué diablos es eso de la Isla de Man?. Un día de estos os lo contaré. Paciencia.

 

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