EL PUERTO DE SAN LORENZO, 13-4-05

 

Hacía tiempo que tenía ganas de subir al puerto de San Lorenzo, entre los concejos de Teverga y Somiedo, pero en los últimos años la carretera estuvo en obras y hubo que esperar a que concluyeran para poder conocerlo. Como el día amaneció con buena pinta me animé a echarme a la carretera. Esta ruta podía ser una buena piedra de toque para comprobar mi estado de forma con vistas a la kdd del día 24.

 

Cogí la N-634 en dirección a Trubia, localidad que dista 12 kms, de Oviedo. Preferí la vieja carretera antes que la autopista para ir entrando en calor. Es un tramo divertido, con firme aceptable y casi ausencia de tráfico. Desde la localidad de Godos se ve Trubia al fondo, en la confluencia de los ríos Trubia y Nalón.

Trubia es una localidad conocida sobre todo por estar en ella la Fábrica de Armas, fundada en 1.794, inicialmente como sucursal de la de Oviedo, pero que a partir de 1.844, bajo la dirección del general Antonio Elorza, reemprende su desarrollo industrial. En la actualidad, después de varias reconversiones mantiene su actividad productiva.

No es la única industria de la localidad, también se encuentra en Trubia la Industria Química del Nalón, que proporciona un buen número de puestos de trabajo. Personalmente el edificio de la localidad que más me atrae es este que os enseño, en el que se encuentra su Biblioteca, en la que también tuve la suerte de trabajar.

 

Seguimos ruta por la AS-228 en dirección al vecino concejo de Santo Adriano, uno de los más pequeños de Asturias. La carretera serpentea junto al río, remontando el valle del Trubia.

 

En la localidad de Tuñón se encuentra la iglesia de Santo Adriano, fundada por Alfonso III en el 891 y dotada de un amplio patrimonio. Es uno de los ejemplos más modestos y rurales del arte de la monarquía asturiana.

También en Tuñón hay un área recreativa, y es el lugar de arranque de la Senda del Oso, que aprovechando la caja del antiguo ferrocarril minero de Quirós a Trubia, recorre Santo Adriano, Proaza y Teverga. Existe un cercado en que viven las osas, Paca y Tola, cuya madre fue abatida por un furtivo cuando eran crías.

 

Seguimos ruta hasta Proaza. Es la capital del concejo del mismo nombre, y ha adquirido gran importancia turística gracias a la Senda del Oso. De entre su caserío destaca una torre medieval, de planta circular. Es un tipo de construcción característica de la zona, en el concejo se localizan tres torres circulares en buen estado de conservación.

 

Entre Proaza y Caranga se encuentra en desfiladero de Penaxuntas. Forma una impresionante cortada por cuyo fondo discurre encajonado el río Trubia. Para trazar la carretera y la antigua vía del ferrocarril minero, hoy reconvertido en la Senda del Oso, hubo que perforar la roca por medio de túneles. Os pongo dos fotografías porque merece la pena.

 

La vegetación brota hasta de la roca.

En Caranga se bifurca la carretera, y seguimos en dirección a Teverga. En La Plaza visitamos la Colegiata de San Pedro de Teverga, sin duda el edificio más emblemático del concejo. Es considerado como el nexo de unión entre el prerrománico y el románico astur.

 

Mientras andaba con la cámara en ristre haciendo fotos de la Colegiata me llamaron la atención unos sonidos peculiares, dos hermosos mininos de raza tevergana no me quitaban ojo.

 

La carretera TE-1 me lleva hacia el alto de San Lorenzo. Después de atravesar la localidad de Villanueva, la carretera comienza a empinarse y retorcerse. Está arreglada hace poco y ensanchada, con lo que es una gozada conducir por aquí. Además apenas hay tráfico, algún camioneto de transporte de ganado nada más. Hay que tener cuidado con piedras sueltas en la calzada, desprendidas de los taludes, pillar una en la salida de una curva no resulta divertido precisamente. También hay otras trampas, unas provienen de la naturaleza animal y otras de la falta de consideración humana hacia los moteros. Esta imagen os aclarará a qué me refiero.

 

Sin sobresaltos dignos de mención llego a la cima del puerto

 

La nieve ha desaparecido casi por completo, a pesar de la altitud, y se observa una gran cantidad de pastos. El ganado no tardará en subir a esta zona para aprovechar los pastos de verano. Desde lo alto, mirando hacia el concejo de Teverga las vistas son espectaculares

 

La cima del puerto es el límite con el concejo de Somiedo. Hacia él, las vistas también son de gran belleza. Por aquí pasaba el Camín Real de La Mesa, que durante la colonización romana fue la vía más importante de penetración en Asturias desde la Meseta. Este Camín ya era usado desde mucho antes, pero fue en época romana cuando se mejoró y realizó el trazado definitivo. Bordeaba Somiedo, y su importancia resultó clave durante la época romana, la invasión musulmana, y la posterior expansión del reino de Asturias, por su gran valor estratégico.

 

Después de un pequeño paseo para oxigenarme y estirar las piernas comienzo el descenso por la vertiente somedana. La carretera también tiene buen firme y es un descenso divertido, aunque a ritmo contenido para gozar del paisaje. También nos encontramos con alguna pequeña trampita, aunque han tenido la delicadeza de poner una señal de advertencia. Lo malo es que la señal está después de los obstáculos.

 

Como por el humo se sabe donde está el fuego, por la “bullada” se sospecha dónde puede andar la vaca. Aquí veis dos hermosos ejemplares, paciendo tranquilamente a los lados de la carretera. Son animales pacíficos que no os darán problemas. No podemos decir  lo mismo de los “peazo” perros que las pastorean.

 

Al final de la bajada se encuentra La Riera, en la que destaca una central eléctrica. La casi totalidad de los ríos somedanos se encuentran aprovechados para la generación de energía eléctrica, en las centrales de La Riera, La Malva y Miranda, ésta última en el concejo de Belmonte. Vista de La Riera.

 

En La Riera me incorporo a la AS-227, que discurre por el valle del río Somiedo primero y después por el del Pigüeña. No es muy ancha ni tiene un firme extraordinario, pero es muy divertida, con curvas continuas. Sin darme un respiro ni para hacer una foto atravieso localidades como Aguasmestas, Almurfe, Agüera, Belmonte, Selviella, San Martín de Lodón, y llego al cruce con la AS-15 que viene de Cangas del Narcea. Sigo en dirección a Cornellana por el valle del Narcea. Tengo que hacer una parada para dar de beber a los caballos y aprovecho para hacer un par de fotos. Una del cauce del Narcea, que baja rebosante de agua por el deshielo de las nieves de este largo y frío invierno.

 

Esta zona es un paraíso para los aficionados a la pesca del salmón. Había pocos pescadores hoy, supongo que debido  al gran caudal de agua que bajaba. Me estaba acordando del que sacó el primer salmón de la temporada en el Narcea, el “campanu”. Rechazó una oferta de un restaurante por la pieza de seis mil euros y lo ofreció a la Zarzuela. No sé si es porque es 14 de abril, pero ese gesto me parece una “soberana” gilipollez. En fin, la cosa ya no tiene remedio, nos consolaremos con esta vista del valle del Narcea a la altura de Santiago de la Barca, ya en el concejo de Salas.

 

En seguida llego al cruce de Cornellana y me acerco a uno de los platos fuertes de la jornada: la subida a la Cabruñana, ya en la carretera N-634, en dirección a Grao. Es llegar a ese cruce y sonar en mi interior tambores de guerra, poner el machete entre los dientes y zurrar el mango a base de bien. Es una subida corta, pero intensa y además cogí poco tráfico. Desde el alto hacia Grao me relajo y voy tranquilamente disfrutando del paisaje.

 

Desde Grao a Trubia se llega en un momento por la nueva carretera, y luego me reservo el postre en la subida a Sograndio, ya a las puertas de Oviedo. En fin, una ruta que me gustó por la variedad de paisajes y por ser carreteras en bastante buen estado y con muy poco tráfico. En total 150 kms. que he hecho en unas dos horas y media, con varias paradas para hacer fotos. Hice bien en salir ayer porque hoy hace un día de perros. Supongo que no volveré a rodar hasta la kdd del día 24, así que hasta entonces. 

 

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