Os voy a contar mis
impresiones sobre la memorable jornada dominical. Nada más levantarme de la piltra, abrí la ventana para ver qué pinta tenía el día (Ya sabemos lo que
decían los Ilegales sobre los domingos norteños).
La sierra del Aramo asomaba sobre los tejados, retándonos a superarla.
Ya en marcha la primera parada
es a la salida de Oviedo, con la montaña como fondo.
Al poco paramos para que la Dr
Big tomara un caldín de pita pa coger fuerzas, y seguimos ruta hacia el
Angliru. El área recreativa de Viapará marca el comienzo de lo realmente
duro. Desde ella ya ganamos la suficiente altura para que los paisajes que
contemplamos nos hagan detenernos un rato.
El Aramo parece que se nos va a
caer encima.
Arrancamos de nuevo y el primer
tramo endiablado es la Cuesta les Cabanes, con grandes pendientes y curvas
cerradísimas. No paramos a hacer fotos porque en ese momento lo prioritario
era gozar de la subida. Donde si hicimos un alto fue en la mítica Cueña les
Cabres, tramo con pendientes del 23%, que impresionan realmente. Las hazañas
de los ciclistas subiendo esta pared son dignas de admiración.
Es tan pendiente, que cuesta
trabajo mantener el equilibrio.
El reposo del guerrero. Bueno, ni que hubiera subido con la moto al hombro....
A pesar de estar el día nublado
disfrutamos de la contemplación de paisajes espectaculares. Oviedo aparece
al fondo, detrás de la Térmica de Soto de Ribera.
Continuamos la ascensión y en
El Aviru la carretera serpentea por la ladera de la montaña, buscando el
camino menos complicado, si es que lo hay....
A falta de 500 mts. para la
cima, encontramos nieve helada en una curva cerrada, y con una pendiente del
16%.
Intentamos continuar, pero aquello era una pista de hielo peligrosísima, no quisimos poner en peligro nuestra integridad ni la de nuestras monturas.
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Vídeo del momento.
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