EN LA LUNA Y EN BABIA, 26-4-05

 

Habitualmente se asocia “estar en la luna” o “estar en Babia” con estar en la inopia. Pues bien, sobre una ruta por las comarcas leonesas de dicho nombre trata esta crónica. Los antiguos reyes asturianos se solían retirar a descansar a la zona de Babia. Por eso, cuando había revueltas internas y no acudían a sofocarlas se decía “el rey está en Babia”, posiblemente ajeno a los tumultos de su reino. Este es el origen de la expresión.

Este es un mapa de la zona, y la que yo hago es la que va del puerto de Pajares al de Ventana.

 

La ruta parte de Oviedo, y tomo la autopista A-66 hasta Campomanes, y allí la N-634 en dirección al mítico puerto de Pajares. La carretera es ancha y en buen estado, y no hay excesivo tráfico desde la inauguración de la autopista de peaje. La subida es realmente divertida, y la cojo con ganas después del mono que tenía por no poder ir a la kedada del domingo. Esta foto es desde un mirador a mitad de puerto, y se ve una hilera de camiones, subiendo con lentitud a la altura de la capilla de la Virgen de las Nieves.

 

La foto muestra el pueblo de Pajares, y junto a la moto se ve una señalización del Camino de Santiago. Un ramal del Camino Francés parte de León a Oviedo, los peregrinos acudían a venerar las reliquias de la catedral ovetense. Hay un dicho que afirma que “Quien va a Santiago y no al Salvador (a Él está dedicada la catedral de Oviedo), visita al criado y deja al Señor.

 

Seguimos puerto arriba gozando de la subida y del paisaje. El verde va sustituyendo al blanco de la nieve en las montañas. Al fondo del valle se ve la autopista del Huerna y las bocas de los túneles del Negrón.

 

El último tramo del puerto es de especial dureza, la carretera se empina hasta alcanzar el 17%. Justo en el alto se encuentra el Parador, que por desgracia está cerrado, sin que parezca que sea viable económicamente su reapertura.

 

Desde el Parador hay una fantástica vista del macizo de las Ubiñas y de gran parte de la cordillera cantábrica.

 

Al empezar a bajar el puerto hacia León, me desvío a la derecha para visitar la estación de esquí de Valgrande-Pajares, que dista unos 3 kms. de la carretera general. No tardará en subir el ganado para hacerse el amo de unos territorios ocupados los últimos meses por una legión de esquiadores.

 

La estación tiene dos caras, una verde y otra blanca. Vosotros me diréis con cuál os quedáis.

 

Breve visita y vuelta  a la ruta. El primer pueblo que encuentro bajando es Arbás del Puerto, en el que destaca una colegiata de estilo románico tardío. Se discute sobre su origen, pudo ser fundada por un discípulo del apóstol Santiago. Lo que parece claro es que el edificio actual fue promovido por el rey Alfonso IX a comienzos del siglo XIII. Contaba con hospedería para acoger a los peregrinos.

 

La carretera discurre por el valle del río Bernesga, que se ensancha a la altura de Villamanín, localidad en la que cojo la carretera en dirección a Casares. Paso por Rodiezmo, Poladura de la Tercia y Casares hacia el fondo del valle. La última localidad es Cubillas de Arbás.

 

La carretera es estrecha, bacheada y con gravilla suelta, pero es muy divertida con la V-Strom.

 

Al final del valle la carretera se empina y las vistas son espectaculares, con Cubillas al fondo.

 

Curvas y más curvas en una ascensión que termina en un túnel por el que se pasa a otro valle. En las paredes dejaron su impronta unos seguidores del Éibar.

 

Ahora que andan evaluando la seguridad de los túneles de las carreteras europeas, no estaría de más que se dieran un garbeo a visitar éste. Sin embargo el paisaje que me encuentro al otro lado es de gran belleza.

 

Bueno, estamos ya en “la Luna”, comarca conocida sobre todo por su embalse de Barrios. Pero también tiene otros atractivos como este pueblo que os muestro, Aralla de Luna.

 

Bajando el puerto de Aralla la carretera se ensancha y el firme mejora, y puedo disfrutar de la conducción. Rápidamente aparece a mi vista una construcción espectacular, el puente atirantado “Fernández Casado”, de la autopista astur-leonesa. Realmente impresiona.

 

Cojo dirección a Villablino por una carretera rápida y en buen estado. Vamos encajados entre la montaña y el pantano, atravesando pueblos típicos de la montaña leonesa como Sena de Luna.

 

Hay muchas cosas que fotografiar, pero en ese momento se impone disfrutar un poco de la ruta. Me llamó la atención una ermita colgada sobre la carretera, con la montaña que parece que se va a desplomar sobre ella.

 

Por el nombre de las localidades me doy cuenta de que ya estoy en Babia. Algunos pueblos tienen un nombre la mar de simpático.

 

Un poco más allá de Villafeliz, giro a la derecha en dirección a San Emiliano, localidad en la que destacan varias casas de piedra con aspecto señorial. La carretera está en obras y también hay que tener cuidado con otros obstáculos.

 

Pasamos por Candemuela, Torrebarrio y la carretera se empina, es el comienzo de la ascensión al puerto de Ventana. Siguen las obras, hay que ir con precaución.

 

A ver si hay algún experto en caza que me diga si estos animales son corzos, venados o bambis de los de Walt Disney.

 

Todavía queda algo de nieve en los montes, y se nota que según se asciende la temperatura es más baja.

 

Desde el alto del puerto de Ventana (1.587 mts. de altitud) disfrutamos de un paisaje de gran belleza mirando hacia León.

 

Mirando hacia Asturias no podemos decir que las vistas sean feas precisamente.

 

Por el lado asturiano la carretera está bastante mejor, y lo agradezco, no es muy aconsejable bajar un puerto de estos con gravilla y piedras por la calzada. Aquí el clima es más frío que en los valles y se nota en los árboles, todavía no tienen hojas.

 

Divertido el descenso del puerto, con un paisaje que hace que a veces se vaya más pendiente de contemplarlo que de la carretera. Aquí vemos el valle de Valdesampedro con el pueblo de Villa del Sub, en la ladera de la montaña.

 

Después de pasar Páramo nos adentramos en el desfiladero de La Estrechura, que el río ha horadado con la fuerza de sus aguas.

 

En el desfiladero se encuentran unas cavernas, conocidas como Cuevagüerta, de gran valor espeleológico.

 

Otra imagen de la carretera, discurriendo por el desfiladero.

 

Termina el descenso y el valle se ensancha algo. Pasamos por San Salvador y Riello. Al fondo quedan las montañas.

 

Desde aquí hasta Oviedo son 45 kms. y no hice más fotos, porque ya están en la crónica del Puerto de San Lorenzo. Pasamos por San Martín, Entrago, Caranga, el desfiladero de Penaxuntas, Proaza y Trubia. En total fueron 198 los kilómetros recorridos, en aproximadamente cuatro horas, y llego a casa justo para degustar unas sabrosísimas lentejas para reponer fuerzas. Hasta otra.

 

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