FUNERAL POR LOS MOTEROS FALLECIDOS, 29-9-07

 

El foro de moteros astures convocaba, aprovechando la festividad del Arcángel San Rafael, protector de los que vamos sobre dos ruedas, a un funeral en memoria de los compañeros moteros fallecidos en accidente y de todas las víctimas de los guardarraíles. Es una convocatoria con dos fines, por un lado el recuerdo de los colegas moteros fallecidos y por otro reivindicación de la mejora en la infraestructura vial y la supresión de los guardarraíles en nuestras carreteras.

El punto de encuentro para los que salíamos de la zona de Avilés era el aparcamiento del polideportivo del Quirinal. No soy muy bueno calculando esto, pero no creo que exagere nada si digo que de allí saldríamos en torno al centenar de motos. A las cinco salimos en grupo, rodando por las calles de Avilés hasta coger la N-632 en dirección a Gijón.

En Gijón se había establecido como aparcamiento la plaza del Marqués, pero antes de llegar a dicho lugar, la Policía Local (por cierto, llevan flamantes V-Strom) nos hacía parar y aparcar. Ya no cabían más motos en la plaza, así que a los muchachos se les veía algo azorados, buscando rápidamente ubicación para la marea motera que se les venía encima. Sin duda, la asistencia estaba sobrepasando sus previsiones.

En la plaza el lleno era total, no se junta tanta gente allí ni durante el Festival de la Sidra. Pelayo también parecía sorprendido de semejante invasión de sus dominios.

Como es lógico había motos de todos los tipos, pero nos llamó la atención esta veterana Sanglas con sidecar. Buena solución para viajar con la familia. Para el viaje a los Alpes, la cuenta. Habrá que practicar un poco antes las trazadas de los "tornanti" del Stelvio.

El funeral se celebraba en la iglesia de San Pedro, cuya explanada estaba abarrotada de chupas y cascos. El colectivo motero estaba dando muestras, una vez más, de su solidaridad y elevado grado de concienciación con los temas de seguridad en la carretera. Nos va la vida en ello a todos, es así de claro.

Al terminar el funeral, con bendición de cascos incluida, Chus, megáfono en mano, se encarga de reunir a los asistentes para subir caminando al Cerro de Santa Catalina.

Un poco de campo a través para llegar a lo alto del cerro.

Debajo del Elogio del Horizonte se realiza un breve oración y un minuto de silencio en memoria de nuestros compañeros muertos.

Unas cenizas simbólicas son lanzadas al mar. Mal sitio busqué para sacar la foto, teniendo en cuenta el nordeste que soplaba....

Una cerrada ovación pone fin al emotivo acto.

En esta caja están grabados los nombres de muchos moteros fallecidos en accidente, y en ella iban las cenizas que se arrojaron al mar. Espero que todos nos mentalicemos de los problemas de seguridad vial que afectan al colectivo motero, y entre todos hagamos que esta lista de víctimas crezca de la forma más lenta posible.

 

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