CABRALES Y EL CUERA, 17-8-07

 

El punto de partida de esta ruta es Bayas, teniendo como fondo los molinos de Brañaseca, que habían sido protagonistas en la anterior ruta. Ahora nos dirigimos a Arenas de Cabrales para encontrarnos con amigos del foro V-Strom. Son 160 kms. por delante, así que hay que madrugar un poco y, aprovechando el buen día que hace, decidimos no ir por autopista, sino por la N-632, "la vieja de la costa".

 

Desde Gijón en adelante, está recién asfaltada, y con los guardarraíles protegidos. Desde la inauguración de la autopista no tiene mucha densidad de tráfico, pero al ser este tramo uno de los tradicionales santuarios de los quemados asturianos, se agradece este detalle por parte de los responsables de carreteras. El paso por El Pedroso me trae a la cabeza recuerdos de juventud, cuando venía por aquí con la 125 a hacer curvas y a ver a los locos de los ciclomotores trucados, que no sé si daba miedo o gusto verlos. Iban como auténticos kamikazes. Os pongo una foto de una curva de esta zona con una moto y un autobús peleándose por un hueco en la curva. 

Una gozada total este tramo entre Gijón y Ribadesella, y además con unos paisajes hermosísimos. Esta foto está hecha desde cerca de Caravia, y en primer plano vemos la playa de La Isla y, al fondo, la villa marinera de Lastres, con sus casas colgadas por la ladera.

Paralela a la costa y a escasos centenares de metros de ella, discurre la sierra del Sueve, en la que se halla el mirador del Fito, que ya visitamos en otra ocasión.

Curvas y más curvas, que vienen muy bien para disfrutar y para lograr un desgaste uniforme de los neumáticos, nada de cuadraturas. Ribadesella, meta del famoso Descenso Internacional, y uno de los centros turísticos más afamados de Asturias. Aquí abandonamos la N-632, después de un montón de kilómetros de diversión, y nos incorporamos a la autopista hacia Posada de Llanes, y de ahí hacia el Alto de Ortiguero. El descenso hacia Arenas de Cabrales se hace rápido, y también con unos buenos paisajes como fondo.

Arenas de Cabrales, punto de encuentro nº1. En este caso los que se encuentran son, por la izquierda el río Casaño y por la derecha el Cares, que unen sus aguas en este punto. De este singular combate sale victorioso el Cares, que será el que mantenga su nombre hasta Panes, donde lo pierde al convertirse en afluente del Deva. 

Arenas de Cabrales, punto de encuentro nº2. Ahora los que se encuentran son los muchachos motorizados. De izquierda a derecha, Mikel, Jesús, Luis, este humilde cronista, Carlos y Juanjo. Las pertinentes presentaciones y rumbo hacia Sotres. 

Antes de llegar a Poncebos ya estaban los márgenes de la carretera llenos de coches aparcados. La Ruta del Cares y el funicular de Bulnes atraen a los turistas en masa. La última vez que estuve por aquí, hace unos meses no había tanta gente. Claro, que era mayo y un día de semana. El caso es que después de 11 kms. de ascensión, los seis moteros llegan a Sotres, típico ejemplo de pueblo de montaña que ha pegado un cambio radical de aspecto y de "modus vivendi" gracias al turismo. Hace no muchos años era impensable que llegaran hasta aquí oleadas de turistas. Parece que Asturias cotiza al alza en ese sentido. Menos mal, porque en el resto vamos de cráneo.

Carlos y Jesús se arrancan a escanciar unos culines de sidra. Un poco de práctica, y unas cuantas cajas de sidra empleadas en el tema y serán unos consumados especialistas, aptos para presentarse al concurso de escanciadores que se celebra en Nava todos los veranos. Que tiemblen las hermanas Ovín, tradicionales ganadoras de ese concurso.

Enseguida damos la vuelta hacia abajo, y a la altura de Tielve paramos a hacer unas fotos en esta minicentral eléctrica y el cuco puentecito que hay sobre las aguas del río Duje. 

Aprovechando la moderna tecnología digital y los autodisparadores podemos hacer fotos en las que salgamos todos. Se colocan las cámaras, se activa el mecanismo, y todos a correr hacia el puente. 

Lo malo es que la estrategia puede jugar malas pasadas, y como ejemplo de ello vale esta foto hecha en Camarmeña, con la canal del Teju y el Naranjo de Bulnes como fondo. Pues eso, que de los seis que éramos, Mikel se me quedó fuera del encuadre. Cosas del directo. 

Volvemos a Arenas de Cabrales, y allí tomamos la AS-235 hacia Ruenes y Alles. Bonita carretera de montaña, buen asfalto, curvas divertidas, paisajes como el que veis, y ausencia total de tráfico que conforman un tramo delicioso. El pico del fondo, con cierto parecido con el Cervino, es la Peña Meyera, que se encuentra en el límite entre las dos Peñamelleras, la Alta y la Baja, concejos que pertenecían a Castilla hasta la reorganización territorial de Javier de Burgos, a mediados del s. XIX, y desde entonces forman parte de Asturias. 

La última parada con mis compañeros de ruta, ante la iglesia de Alles, la llamada "Catedral de la Montaña". Consagrada en el año 1.787, es un interesante edificio, de grandes proporciones, y que llama la atención en una localidad de tan poca población como ésta. Aquí nos despedimos, ellos continúan hacia la zona de San Vicente de la Barquera donde han quedado para comer con Kike. Ha sido un placer compartir ruta con ellos. Espero que se repita en más ocasiones. 

Emprendo la vuelta a casa, y aprovecho para comer en casa de la abuela Cándida, cerca de Alles. "Como no te quites el gorru, no sé quién eres", me dijo al parar y picarle en la ventana de la cocina, con ese acento tan característico de la zona oriental de Asturias. Comer rápido y zumbando para casa. Me fijé en aquélla pista que sube por la montaña y, una vez informado de por dónde se coge, no me pude resistir en tirar para allí, por la ladera del Cuera arriba. Ya se sabe: la cabra siempre tira al monte.

Apenas unos pocos metros de iniciada la ascensión, la casa de Cándida ya se ve abajo, lejos, lejos. Al fondo, sobre una loma, Alles, y más lejos, la Peña Meyera. 

Autopista hacia el cielo. Casi, casi al cielo, efectivamente, pero de autopista nada de nada. Unas pendientes impresionantes, igual de impresionantes que los precipicios que quedan a nuestra derecha. El firme es de hormigón, aderezado con cantidad de piedras que se desprenden de los taludes. La anchura es de poco más de dos metros, imposible que se crucen dos vehículos. La cima del Cuera queda escondida por una masa nubosa que ha llegado para estropear un día que había amanecido soleado. 

Rieña, el pueblo de Cándida parece una miniatura abajo a la derecha y al fondo, de nuevo otra perspectiva desde mayor altitud del Alles y Peña Meyera. Gran panorámica en la que vemos gran parte del concejo de Peñamellera Alta y sus montañas. 

Ya estamos en el final de la pista, en apenas 3 kms. hemos ganado unos cuantos cientos de metros de altura, pero todavía queda un trecho para coronar el Cuera, cuyo pico más elevado sobrepasa los 1.300 mts. de altitud, el pico Turbina. En adelante el camino se hace a pie, por los pastores de la zona, fundamentalmente dedicada a la ganadería. Recientemente ha habido polémica entre los pastores llaniscos y cabraliegos, los de las dos vertientes del Cuera, reclamando para su concejo los pastos altos de la sierra. 

Otra perspectiva desde el final de la pista. Creo que mereció la pena este pequeño desvío para disfrutar de panorámicas como ésta, en la que parece que el mundo está casi a nuestros pies. 

No sé si es la sede de la Agrupación Local del PSOE, o una parada de autobús, pero me llamó la atención encontrármela aquí arriba. Estuve un rato esperando a ver si pasaba un autobús que me llevase a casa, pero al final lo mejor era arrancar la moto y salir "cagando melodías" (con perdón), que en casa me esperan. Brillante idea del lince político de turno sin duda la de esta marquesina. No hay nada como jugar con el dinero de los demás. 

 

 

 

 

 

 

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